lunes, 15 de febrero de 2010

La filosofía de House. Todos mienten

HOUSE ¿Alguien quiere ser eterno?




Tal vez el solo hecho de que tengamos un alma nos confiere un valor intrínseco y ello le otorga sentido a nuestras vidas, o quizá tiene más que ver con la suposición de que nuestras almas son inmortales y que han de continuar su existencia en el más allá. Si existe la vida eterna, entonces esta vida tiene sentido porque nos conduce a algún lugar.



Sin embargo, House no cree en el alma más de lo que cree en Dios, y esta igualmente convencido de que no hay una vida después de la muerte. No hay evidencia, ¿verdad? ¿Y que hay de las llamadas experiencias cercanas a la muerte? ¿Nos dan alguna prueba del más allá? […]



¿Qué hemos de decir acerca de la eternidad y su significado? House, el filósofo, esta en desacuerdo con la opinión de que para tener sentido, la vida debe llevarnos a algún lugar. […]



“House: Si crees en la eternidad, entonces la vida es irrelevante, del mismo modo que un insecto es insignificante en comparación con el universo. Lo único que cuenta es lo que hacemos aquí”



En la perspectiva de House, si esto es todo lo que hay, lo único que puede importar son nuestras acciones. En realidad, eso las hace mucho más importantes.



Tal vez nuestras vidas no tengan sentido. Tal vez sólo estemos arrastrándonos a lo largo y ancho de este planeta, sin más. Se podría llegar a esta conclusión de dos maneras diferentes. La primera dice que si el sentido depende de Dios, del alma o de la vida eterna, y nada de eso es real […]es porque Dios considera que ese curso en los acontecimientos tiene un sentido […] Pero del mismo modo, si nuestras vidas son eternas, entonces lo que hacemos en este breve tiempo sobre la tierra queda reducido al extremo de lo insignificante, como dice House. Y con más razón, ¿cómo podrían, desde la perspectiva de un universo infinito, significar algo nuestros pequeños afanes?



A los filósofos que piensan que la vida no tiene sentido se les llama nihilistas. Parece que, para escapar del nihilismo, tendríamos que hacer a un lado nuestras preocupaciones acerca de Dios y la vida eterna –recordemos que House así lo hace- y tratar en cambio de hallarle un sentido a nuestra existencia finita sobre este mundo natural. Como dice House: “lo único que cuenta es lo que hacemos aquí”.



No es posible equiparar el “sentido” con “conseguir lo que quieres”, menos aún equivale el “sin sentido” a “no obtener lo que quieres”. De nuevo valdría imaginar a alguien parecido a House, e incluso pensar en el propio House, un médico extraordinario que ayuda a mucha gente y salva casos médicos, y que sin embargo es infeliz, pues no recibe en absoluto lo que desea de la vida. Con todo, su existencia seguiría siendo importante y significativa gracias a sus logros, incluso si él no lo “sintiera” de esa forma.



Pero, ¿y qué pasa si las cosas que te importan no son triviales ni irracionales ni están motivadas por la maldad? Quizá, en este caso, tu vida pueda ser significativa para ti –de una forma subjetiva, como dicen los filósofos- y tener, al mismo tiempo, un significado para el mundo independiente de tus sentimientos, es decir, de una manera objetiva. De modo que ésta es la cuestión: ¿Qué clase de vida que sea significativa desde ambos puntos de vista podemos llevar? Y nuestro doctor House ¿lleva una vida así? […]



Fragmentos de: Irwin W. y Jacoby H., La filosofía de House. Todos mienten, Selector, 2009

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